- Nombre común o vulgar: Aralia.
- Originaria de China y Japón.
- Familia: Araliaceae.
- Las aralias pertenecen a la familia de las araliáceas y constituyen un género que incluye unas veinte especies procedentes de Asia, América y Australia.
- Las aralias son plantas de desarrollo bastante rápido, de forma que es fácil que doble su altura en un solo año.
- Hojas anchas, grandes y pericoladas, brillantes, glabras, de color verde intenso y con la lámina subdividida en 7-9 lóbulos oblongos.
- Existen cultivares con las hojas matizadas de blanco 'Albovariegata' o amarillo (Aralia elata 'Aureovariegatum').
- Flores reunidas en en racimos de color blanco, pero muy pequeñas. Floración: verano-otoño.
- Frutos: negros y globosos.
- Iluminado pero sin sol directo.
- Requiere suelos húmedos y bien drenados, fértiles, aunque también tolera otros, con pH próximo a la neutralidad.
- Puede considerarse una planta muy tolerante y en climas templados también puede cultivarse en el exterior, particularmente en patios y terrazas de zonas urbanas.
- Tolera los 0 ºC.
- Regar regularmente. Reducir la frecuencia de riego en invierno a una vez por semana, evitando que la maceta se seque por completo.
- Fertilización: durante la época de crecimiento hay que cuidar que no le falte abono.
- Las plagas que le afectan son los ácaros, las cochinillas y los trips, que se tratarán con los productos usuales.
- En cuanto a las enfermedades, las aralias son afectadas por enfermedades foliares causadas por Alternaria y Pseudomonas y por podredumbres de raíz causadas por Phytophthora y Pythium.
- La caída de las hojas se produce por un exceso de frío o de calor con humedad insuficiente.
- Multiplicación: por semilla (cierta dificultad), excepto en las variedades variegadas, que se realiza por esqueje.
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